Me llamo Vivianne y mi sombra ya lo sabe, esclava de mi imaginación cómplice de mi insomnio, las desgracias caminan más rápido que uno misma… amanezco con las ansias terribles de que algún extraterrestre, marciano o venusino me lleve lejos a disfrutar la sinfonía del mar, observar una gaviota ladrona, un cangrejo multicolor, un coral enamorado, una sirena extraviada…ciertamente aprendí a llevar la sal en mis pupilas y me arde el alma vislumbrar la verdad…imaginación arrebatada, absurda, vana, miserable…me deshago, me rehago y nada…
Lejos y cada vez más cerca soy parte de lo que no perdura, de algo, de alguien, de nada, razonar me había funcionado pero caigo una vez mas, (mi cartera fue robada de mi asiento en un restaurant céntrico, en ella mi libreta de notas al que le sobraban un par de hojas en blanco, casi caen un par de lágrimas pero las reservé para después, para mi almohada, para mis noches días).
Y tu, por favor no me cambies dudas por locuras que me trasquila el alma…
sólo quédate una vez más a mi lado…
déjame ser presa de mis deseos más profundos en donde se esconden mis demonios insatisfechos, el descanso de la no soledad, de la no moralidad aunque por mis poros y mis ojos escape el delirio ungido con aromas místicos…
Silencio…calla… mejor calla… mujer-niña.
Lukas y Enzo.
Lukas, Coqui y Enzo posando en un día radiante en el Capitolio, Washington, dos días antes del cambio de mando de la Presidencia de EE.UU.
Junto a mi amigo Alberto, nuevo Presidente del Centro de Padres Salesianos Alameda
