El presidente Hugo Chávez asumió la organización de la Copa América como un asunto de Estado. Para el gobierno, el torneo se transformó en un interesante foco de propaganda. De ahí que Venezuela decidiera presentar un certamen con estándares similares a los de una Copa del Mundo. Los “Llaneros” han invertido US$ 900 millones, de los cuales US$ 500 millones fueron destinados a la construcción y remodelación de nueve estadios, bajo las exigencias de la FIFA. El resto del presupuesto se ha utilizado en mejoras de aeropuertos, carreteras y alrededores de los recintos. En cada ciudad sede, además, se dispondrán pantallas gigantes en plazas públicas para que la mayor cantidad de gente siga el torneo.
Maturín, San Cristóbal, Barlinas, Caracas, Puerto Ordaz, Maracaibo, Barquisimeto, Mérida, Puerto La Cruz, nueve ciudades sedes que maravillarán a sus visitantes y albergarán a los once países incluyendo a Venezuela.
Los países participantes ya están dispuestos, Chile, Colombia, Paraguay, Estados Unidos, Argentina, Ecuador, México, Brasil, Bolivia, Perú, Uruguay.
Y como dice nuestro poeta Aguirre el “Equipo de todos” el que en estos últimos veinte años de Copa América haya caminado lejos de la gloria, cerca de la vergüenza, recupere la épica, un triunfo del tamaño de una catedral, o tomar una frase del ´68 “Chilenos, seamos realistas, pidamos lo imposible” es lo que hace falta. Un verso, un par de palabras, una narrativa, un discurso, unas líneas que le podamos dar a los jugadores junto con las Zucaritas del desayuno…
La apuesta para la “Roja” es muy grande, considerando que nunca un representativo del país ha podido levantar la Copa América, pero la columna vertebral del equipo, Matías Fernández, Jorge Valdivia y Humberto Suazo, el tridente más talentoso del último tiempo, nos pueden llevar a la gloria.
