En mis vacaciones al norte de Chile, especifícamente la primera región de Tarapacá recorrí Mamiña, debo contar que el lugar está a casi 3.000 mts de altura sobre el nivel del mar, el camino está lleno de precipicios y quebradas, iba con los pelos de punta, está en pleno desierto, es un oasis, sus casas son construidas casi en su totalidad con piedras, posee unas termas y unos baños de barro maravillosos, todo artesanal, los pobladores son gente sencilla y muy amable, fascinada con el lugar, aunque en las noches la temperatura es muy pero muy fría...
Mi Catita aguantadora fascinada con los baños y las aguas calientes aquí posando en la Iglesia de Mamiña.