viernes, enero 04, 2008

ENCUENTROS Y RECUERDOS

El primer libro que tuve en mis manos cuando aprendí a leer a los 6 años fue el de “Los hermanos Grimm”, recuerdo que era un libro gordo y empastado, con sus tapas de color verde, con ilustraciones de colores y muchos cuentos, el artífice de esta idea fue mi padre, un devoto de la lectura y la buena literatura, gracias a su incentivo la lectura se hizo mi hobbie, un placer a todas luces que aun conservo a lo largo de estos años, recuerdo, que lo primero que hice fue estampar mi nombre en la primera hoja, aunque debo reconocer que puse Viviana y no Vivianne porque éste no me gustaba, lo encontraba difícil de pronunciar, mejor dicho mis amigos lo encontraban raro, yo puro quería cambiarlo y que decir de mi segundo nombre más raro aun (Berenice), mi padre decía que una actriz francesa llevaba ese nombre y que existía una constelación de estrellas con el segundo, a mi me daba lo mismo quería un nombre común y silvestre, con los años me he dado cuenta que mis nombres son hermosos, a mucha honra lo digo, mi padre no pudo escoger mejores nombres, es más creo que fueron dedicados para la pequeñita de ricitos color miel… el asunto es que hoy me llegó una encomienda de mi Penco querido y al abrir la caja me encuentro con Los Hermanos Grimm, ese libro perdido y olvidado por tantos años, decir la cantidad revelaría mi edad!!! me la reservo!!! mi ojos se nublaron no lo podía creer seguro que alguien había comprado uno igual y me lo había enviado, lo abro y veo mi nombre, letra rara y pequeña, efectivamente era mi libro, no saben cuanta alegría se posó en mi corazón, cuanta dicha, los recuerdos se amotinaron en mi cabeza, comenzaron a dispararse solos a reencontrarse en un unísono en un divagar de ideas y pensamientos, resbalaron lagrimillas de emoción, recorrer sus páginas, Hansel y Gretel, Caperucita Roja, Rapunzel, Blancanieves, La Cenicienta, La bella Durmiente, La oca de Oro, Los músicos de Breman, El sastrecillo valiente, y muchos más, todos estos cuentos clásicos se han llevado al cine una y otra vez, me sentía una niña engolosinada, feliz e ilusionada y sólo bastó este gran tesoro que creí perdido por muchos años.

Mi segundo libro Las Tierras Vírgenes de Rudyard Kipling, también regalado por mi viejo, de ahí en adelante los libros de mi padre serían mi aventura, he mencionado en anteriores post que mis favoritos eran Las Narraciones Terroríficas y Novelas de anticipación o ciencia ficción, éstos los leía a escondidas, debajo del cobertor con luz apagada y una linterna pequeñita, más de una vez quise encender una vela pero me acordaba de lo que había hecho mi tía Haydé cuando pequeña, casi se quema viva y por consiguiente le cuesta la vida al tío Lalo que era más pequeño y que estaba durmiendo a su lado, menos mal que detuvieron a tiempo el fuego y resultaron ilesos, pero sin ganas de encender una vela más en su vida.

Los recuerdos vienen a mi como imágenes de un pasado que se fue y no volverá, pero quedan en el espíritu y cuando los necesitas vuelven, para mi se convierten en un empujón para continuar avanzando en la vida, felizmente lo he comprobado y más con el reencuentro de una gran amiga “Ximena” que había perdido, pero que he recobrado con más bríos y que es una muestra de la amistad sincera, segura, amorosa y feliz, amiguis no me vuelvo a bajar de tu camioneta!!! voy por tu “Conde de Montecristo”!!!!

LinkWithin

Blog Widget by LinkWithin