martes, mayo 01, 2007

Recordado


Emprendiste el vuelo siendo muy joven aun, cruzaste la cordillera con una mochila repleta de ilusiones y sueños, con juventud y rebeldía, no te importó dejar atrás una familia, tus padres y hermanos, los amigos que compartían tus ideales, tus juergas, los que te protegían llegando el alba, pues no te atrevías a volver a casa, esperabas que anocheciera para no ser visto por los vecinos, tu condición era deplorable, indigna y lastimera. No te importaba ya dormir sobre tu propia mierda, dormir bajo un árbol o en la entrada de un cementerio perdido, bajo un puente, o desfallecer en una playa solitaria, alcanzado por las olas, despertando con el cara de gallo a flor de piel.Que si acaso fue una locura vivir en Cafayate,( norte de Argentina) zona de viñas de gran prestigio, enclavado a los pies de una gran montaña, Garganta del Diablo, así se llamaba tu refugio, tu escondite, tu espacio, encumbrada a la orilla de un río casi desconocido, habitando en una choza de barro y paja, construida por tus propias manos (por lo menos te sirvió para tener en el futuro una prestigiosa empresa de construcción) cazando pollas silvestres, bebiendo a destajo, aseándote en el propio río, viviendo de la naturaleza más plena y básica, dándotelas de autóctono, tirando al suelo todas tus creaciones artísticas, ocarinas, flautas, collares de plasticinas y poxipoles.

Volviste pero casi no te reconocimos, eras un extraño, al que casi echamos a patadas, sólo bastó que sonrieras para darnos cuenta que eras el hijo pródigo, el hermano perdido, calzabas unas ojotas de neumáticos, un poncho de lana vieja, una barba de años y un cabello que te pesaba los hombros, convertido en una madeja de musarañas y piojos, tu delgadez era extrema, casi un perro famélico al borde de un distemper, por Dios ¿qué te sucedió? - exclamó mi madre- casi al borde del llanto -nada mami, soy yo, Lalito-Vaya despliegue de emociones frente a un pobre despilfarrador de vida, perdido por más de dos años, el cara de palo que se atreve a discursear sobre su estilo de convivencia, sus peripecias, sus anécdotas repletas de jarana, la vida de un ermitaño que no le importó dar señales de vida, y me pregunto porqué vuelve este bodrio maloliente, si su vida era tan emocionante.

Más no puedo olvidar la amnesia que sufrió mi madre por tu puta culpa, perdida en la niñez, casi al borde de un psiquiátrico y cómo no, si la pobre recibió noticias de tu fallida muerte, cómo olvidar las infinitas veces que puso tu plato en la mesa, el tono de su voz -¿dónde andará mi hijo? ¿ habrá comido mi niño? ¿dónde dormirá? ¿con quién andará? ¡reflautas! era el disco repetido por 720 días, una y otra vez.Y de nuevo me pregunto qué te trajo de regreso, le doy vueltas a mi roca, pero no logro concluir, bueno, quizás estás en busca de dinero, vacaciones, engordar con tus platillos favoritos, sorprenderte con la muerte de algún familiar, ver con tus propios ojos si construyeron la carretera de conexión, si el mar se había desbordado o si quedaban aún peces en el océano, si existía el cerro poblado de pinos insignes y eucaliptos, si se plantaron las habas como era costumbre de la vieja, o si esa polola tuya la de la adolescencia ya se había casado o preñado del Momo de ése al que le volaste los dientes más de una vez.

Como siempre la casa se llenó de todos los parientes, amigotes, curiosos y vecinos copuchentos, la bienvenida se tornaba cada día un fastidio, un tormento, no había segundos de tranquilidad, todos querían verte, tocarte, escuchar tus correrías, todos te adoraban, en cambio yo arrinconada dibujaba todo lo ocurrido en esas hojas de papel roneo esas que te robaste de la Crav cuando el Dictador la volvió escombros, te observo y recuerdo cuando sagradamente me llevabas a curaciones al hospital, pues mi lindo hermanito de el medio me había quemado la pierna con agua hirviendo, cuando me ponías un cuchillo en la frente, por cada chichón que, me hacía nuevamente mi hermanito del medio, cuando me defendías de todas las envidiosas de la cuadra cuando aparecía con una muñeca nueva, cuando te levantabas por las mañanas y me llevabas a la clase de ballet en La Tortuga ( sólo para ver a las bailarinas jóvenes), cuando me llevabas en tus piernas en la micro( sólo para darle el asiento a alguna chicuela), cuando dormíamos en la misma habitación y llegabas de madrugada y te animabas a leerme esos cuentos favoritos, los que el papá me tenía prohibido (narraciones terroríficas) alumbrados con esa velita mágica, ya de adolescente salías conmigo y me dejabas en la disco más próxima, en 3 horas nos vemos en esta esquina –me decías-, pero era yo la que tenía que salir a buscarte a la playa, en casa de un amigo o simplemente en el hospital de turno, cómo olvidar todos esos momentos, pero tu los olvidaste, te marchaste, nos abandonaste, ahora vuelves y por cuánto tiempo…

Apenas terminó el invierno te marchaste, esta vez ya sabíamos cual era tu destino, un país del norte, un país de cemento, rascacielos y una variedad de razas e idiomas, te enamoraste y hasta ahí llegó tu libertad, tu vida de patiperro, sembraste y cosechaste una familia, un hijo maravilloso, también una mascota y una gran empresa levantada con sudor y ganas acompañado de una manga de ex buscadores de vida.

Catalina y su retrato


Catalina, posando al lado de su retrato, se mantuvo mucho rato quieta para que la dibujaran, y el resultado està a la vista.

Keane - Bedshaped

La soledad invade a este ser pequeñito y famélico, la voz del solista es preciosa, vino a Chile y me lo perdì!!!!

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