martes, marzo 18, 2008

DIAS DE METRO...

Mujer laboriosa me llaman, otros una vaga empedernida, los más tiernos una mujer sacrificada y no entiendo por qué, será porque a la oficina me voy en el Metro de Santiago, prefiero hacerlo para evitar los tacos en auto, micro o cualquier transporte que tenga ruedas, pero así es, hay que llegar al trabajo guste o no!! Aquí les dejo reglas, normativas, consejos, opiniones que los duendes amarillos del Metro de Santiago deberían entregar en trípticos.

Jamás increpar a usuarios que aún no asimilan el “CAMINEN POR SU DERECHA” estos te empujan cuando suben las escaleras por la izquierda, así me gané el primer combo o puñete en el metro de la Línea 1.

Si vas subiendo por la Línea 1 y tienes que hacer combinación en la nefasta Línea 4, súbete por favor en el primer vagón. Así cuando el Metro se detenga en Tobalaba, saldrás justo a la altura del estrecho pasillo que se debe atravesar para hacer la combinación. Apenas se abran las puertas, CORRE. En verdad no, la tropa te llevará a destino.

Si eres mujer, estás acalorada en el sauna del Metro, ni intentes refrescarte y ponerte debajo del VENTILADOR que tira aguita, tus pestañas se pegotearán y el kilo de maquillaje se resquebraja, parecerás muñeca de cera derretida y que decir de tu traje cunetero, que aunque barato marcas igual buena facha, seguro se achica o queda con la basta más larga.

Si haces combinación en el Metro Los Héroes, REZA, si reza por favor, los usuarios se tiran contra las puertas y ventanas para subirse al vagón, se vive una dinámica tipo “El día de los muertos vivientes”.

Las estaciones antiguas tienen pasillos amplios no como las actuales que parecen corredores para animales, como CORDERITOS hay que avanzar en filita india, cuidado con los agarrones!!! estos abundan!!!

Tipo 08:00 Hrs., atrasada, vagones de la Línea 5, no cabe un alfiler, menos mal que soy delgada, apretados como lata de sardinas, por lo menos a esta hora se siente un buen aroma de los usuarios-pasajeros, recién bañaditos, pero no así al terminar la jornada de trabajo, alientos putrefactos, sobacos engrasados, no trates de moverte seguro te impregnas de su chingue, si te aseguraste de rociar tu cuerpo con harta Colonia Inglesa después del baño por la mañana, asegurate de impregnarte del mejor perfume francés o alternativo justo en tu nariz, antes de abordar el Metro, sí, de esa manera evitarás marearte con el hedor de tus acompañantes.

Por si fuera poco si agarras por suerte un asiento, CUIDADO, con los que caen en tus piernas, podrías tener la mala suerte de que éste sea un gordo o un montón de huesos, más bien valdría la pena si fuera un artista o modelo de revistas IMPOSIBLE!!!! esos no viajan en Metro.

Trata de que tu cartera sea mínima una pocket, de esas en la que solo te cabe un rouge y espejo, por experiencia propia las carteras grandes o mochilas se quedan atascadas al cerrar las puertas del vagón, la recuperas en la siguiente estación, con el yogurt reventado y el queque convertido en miga, listo para ponerlo al sartén y un ¡¡¡¡PANQUEQUE SEÑORES!!!

Por último si es un día frío, estás empalada y quieres calorcito, por favor!!!! BAJA al Metro encontrarás aparte del hedor y el gentío MUCHO CALOR HUMANO!!!

Seguiré en el Metro, no tengo alternativa, pero me acompaño con mi MP3 al son de Alicia Keys y de vez en cuando “¡¡¡¡explota-explota-me expló!!!!” de Rafaela Carrá.

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