El Teatro la Furia ha estrenado un montaje desde la autonomía más plena, ni un peso del Fondart ni apoyo económico de privados, con gran esfuerzo y profesionalismo la han llevado al Centro Cultural Matucana 100, tuve el privilegio de asistir un día después del estreno de la obra en donde la puesta en escena fue narrar tres cuentos del volumen “Putas asesinas”como un solo espectáculo integrador de tres cuadros: “Carnet de Baile”, “Putas asesinas” y “El retorno”. Sin duda interactúan, la narrativa y lo visual, con una voz en off que es el narrador omnipresente, acompañado de la música de Sigur Ros dando como resultado una novedosa y desafiante estructura narrativa.
Si bien es cierto el comienzo fue lento, fue tomando fuerza en los siguientes cuadros pero sin causar una catarsis individual, adentrándose en lo profundo de quien pudiera ser Bolaño, Lihn, Cecil Lamballe, demostrando el personaje principal los sesenta y nueve argumentos para dejar de comulgar con Neruda, una cita que termina en un crimen y la vida de un necrófilo, todo esto ocurre en una pequeña habitación que va batiendo sus paredes a medida que suceden los episodios.
Como simple espectadora y un tanto conocedora de estos cuentos debo advertir que la voz en off, utilizada en todo el montaje, resultó ser plana y artificiosa acompañada de la mímica de los actores, ésta entorpece y satura las posibilidades de expresión, resumiendo diría que no basta con tener un potente material para reinterpretarlo en el escenario, también hay que saber que hacer con ello.
Sin duda el corolario de esta noche fue quien me acompañó a pesar de estar un tanto enfermo, se hizo el ánimo y estuvo conmigo disfrutando de una noche de teatro, un bar y música de los Beatles.