Las gaviotas del Mapocho me intrigaron durante años. Una vez leí que el hombre migra con sus perros, sus gatos, sus ratones y sus gaviotas. Las seguí. LLegan al amanecer, pasan el Mercado Central y suben hasta el desague del canal San Carlos. Por la tarde regresan. ¿Al mar? No, pero casi. Recorren todo el río Mapocho. Salen por la Farfana, pasan Padre Hurtado, vuelan hasta salir del Valle de Santiago y van bajando a sus nidos en las islas donde el Mapocho se une al río Maipo.