No demores este copo de besos rojos, que se escapan sin querer de tu boca trigo,
No demores mi andar que retoma tu sendero pedregoso sin saber que vendrá después...
No demores mi paciencia que se reviste de alas cada vez que te alejas
No demores las ansias de ser amado...
No quiero muros que atrapen este sentimiento, y a pesar que vueles a los mares del este, allí estaré... presintiendo... que va el mar y viene el día, que fue un tiempo y llega la vida...