Es lamentable la pérdida de una nueva vida en el llamado Conflicto Mapuche, que demuestra una vez mas la incapacidad de los gobiernos de la concertación que por más de 20 años han gobernado Chile. Las actividades policiales tienen una dirección burocrática y política, son el estado, gobierno y parlamentos del país los responsables de esta situación. La violencia ejercida en contra de las comunidades por parte del estado nos demuestran una vez más que el asesinato es su única forma de diálogo. Nos encontramos con una justicia y memoria mutilada. Nuestros pueblos originarios son pisoteados, humillados, negados, este joven murió en un legítimo acto de reivindicación territorial del pueblo mapuche.
Tenemos una población de 16 millones de habitantes, considerando que en Chile existen 870.000 chilenos con raíces mapuches que viven principalmente en las regiones sureñas del Bio- Bío y La Araucanía y desconocemos.
La presidenta Bachelet en un discurso añoso al asumir la Presidencia de nuestro país nos dijo que “esta victoria abrirá nuevas y grandes oportunidades para Chile, así como cambios culturales profundos a un país tradicionalmente conservador” pero el alzheimer le está afectando se ha olvidado de estas promesas y nuevos desafíos, me refiero al acuerdo de la OIT en Ginebra que aun continua pendiente, entonces somos una farsa ante el mundo, ante nuestro pueblo, continuarán los atropellos y asesinatos y como siempre seremos unos simples espectadores y cooperadores del gobierno actual.
Edmundo Lemun, Matías Catrileo, Jaime Mendoza Collío vivirán en nuestra memoria por siempre.